¿Qué es el cuidado de los perros?
Fernando: Doña Gloria ¿usted por qué no le recoge el popó a su perro? no ve que están al frente de mi puerta.
Doña Gloria: ¿luego? no entiendo cuál es el problema. Mi perro es libre de hacer sus necesidades donde quiera ¿por qué lo tengo que recoger?.
Fernando: ¡Usted es la dueña! por lo que es a usted a quien le corresponde limpiar el popó de su perro, ya que por obvias razones, él no puede hacerlo. ¡Sea más consciente!.
Doña Gloria: ¡Exacto! ¡Yo soy la dueña, por lo tanto sé cómo cuidar a mi perro! .
Fernando: ¡Ah! luego usted sabe lo que es cuidar un perro?
Doña Gloria: ¡Claro! Yo me encargo de comprarle la comida, de soltarlo para que haga sus necesidades donde quiera, y además, él cuida la casa.
Fernando: Doña gloria, entonces ¿usted tiene un perro o un celador?.
Doña Gloria: Para qué más voy a tener un perro si no es para que me cuide la casa y acompañe a mi hijo todas las mañana cuando se va para el trabajo.
Fernando: Claro señora Gloria, un perro es un acompañante no un celador, y por lo tanto, debe tener un cuidado especial.
Doña Gloria: ¿A qué se refiere con un cuidado especial?
Fernando: Me refiero a que los perros son como los bebés; necesitan atención, comprensión; que los cuiden de manera atenta.
Doña Gloria: ¿Cómo un bebé? no creo que sea como un bebé
Fernando: Es que mire, los perros necesitan vacunas los primeros meses, necesitan que los bañen, que los aseen. Así mismo, a los perros también se les educa para que ellos no hagan males. Son cosas que, se supone, usted debe saber ya que decidió tener un perro.
Doña Gloria: ¡Mmmm! ¿vacunas? nunca había escuchado eso, además ¿educarlos? acaso ¿ellos entienden cuando uno les enseña? no sé, no logro entenderlo.
Fernando: Si, cuando usted decide tener un perro, a la vez adquiere una responsabilidad muy grande. Por lo que tiene que tener presente que, para que sea un perro aseado, inteligente, educado y obedezca a sus ordenes, debe educarlo, hablarle; enseñarle en dónde puede hacer sus necesidades. Pero también sepa que usted es quien le recoge el popó y limpia su espacio para evitar malos olores, y que su perro sea desaseado. Esa es una de las responsabilidades que usted acepta a la hora de tener un perro.
Doña Gloria: Le soy muy sincera, yo tengo entendido que tener un perro me da a mi solo la responsabilidad de alimentarlo y enseñarle que debe cuidar la casa. De ahí, realmente no hago más con él.
Fernando: ¿Y nunca se llegó a imaginar lo que su perro sentía estando solo? nunca le dio por preguntarse si sentía frio, tristeza, o incluso rabia porque no le prestaban la suficiente atención?.
Doña Gloria: No, pues...nunca supe que tener un perro iba más allá de todo lo que usted me está diciendo.
Fernando: Muy sencillo, usted tiene hijos ¿verdad?
Doña Gloria: Sí, eso es correcto.
Fernando: ¡Perfecto! ¿Se acuerda todas esas responsabilidades, que como mamá le tocó, para que su hijo fuera creciendo de la mejor manera? es decir, saludable, inteligente y comprensivo.
Doña Gloria: Sí, recuerdo que cuando fui mamá la verdad fue duro porque son muchas las responsabilidades que se deben asumir para que tu hijo esté bien.
Fernando: ¡Exactamente! eso mismo que usted dice, pasa y debe pasar con los perros para que también crezcan saludables, inteligentes y comprensivos; le entiendan lo que usted quiere decir e incluso para que, desde muy pequeños, sepan que usted es la dueña y que le tienen que obedecer. Pero eso solo pasará si usted entiende cómo es el cuidado de los perros.
Doña Gloria: Creo que lo hubiera entendido mejor si me lo hubieran explicado así desde un principio. O sea que, me debo hacer cargo del bienestar de él, es necesario que esté pendiente de las vacunas para evitar que se enferme, de la alimentación adecuada según su raza, y por supuesto, de su educación para que no esté haciendo popó por todo lado.
Fernando: Básicamente sí, es eso, y no se le olvide que la responsabilidad de levantar el popó de las calles, y asear lo que él, por naturaleza hace, es solo suya.
Doña Gloria: Pues mire que nunca lo tuve tan claro como ahora. Tengo que seguir con mis deberes de la casa. Pero gracias por haberme mostrado y enseñado lo que en realidad es tener un perro.
Fernando: No tiene que agradecerme, ojalá todos lo entendiéramos de esa manera para que no sucediera el maltrato animal, el abandono de los perros y el desinterés por cuidar de ellos.